Ayer los feligreses congregados en las paganas grutas de Metol4, fuimos arrastrados por la presencia carnal y espiritual de Santa Bizarra de la Obra Perpetua.
Oh, Santa de aquel mayo de las diosas antiguas, muy anteriores a la afamada María, del mayo de uno de mayo, del mayo de la carne que se abre en plena calle, del mayo de la verbena y las fornicaciones inesperadas, del mayo hermoso y naciente como un loco anhelo y, sobre todo, del mayo de vamos hacer una reforma de la casa.
Santa Bizarra de la Obra Perpetua nos infunde bravura y saber estar. Nos sitúa en la jodía realidad cuando esos proyectos, que sólo son proyectos, nos invaden la testuz e impiden ver que la vida es, únicamente, una obra perpetua. Ella nos dará realidad y firmeza sin restarnos alegría.
Ha de invocarse a Santa Bizarra de la Obra Perpetua cuando estemos a punto de desclasarnos hasta creer que somos vecinos/as y amiguitos/as de Famosillos, Realezas y Estrellitas del Cinematógrafo y La Televisión. Ella nos dirá: "Chaval/Chavala, ¿tú de qué vas? Apártate de esa gentuza; no alimentes su metira, tu mentira."
También la invocación es pertinente cuando las obras acometidas en nuestro domicilio particular no avanzan ni de coña y, además, el capataz es un individuo que sólo habla de fútbol y de la Pantoja.
Y con la aparición de la Santa del mes de julio, que será prontamente, los metolianos4 daremos por finitas las sesiones de luz fotográfica y de femenina santidad. El maquetador espera las estampitas y la imprenta calienta máquinas.
Oremos paganamente para que así sea.
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ResponderEliminarAsí sea
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