viernes, 31 de agosto de 2012

En El Palmar, Cádiz. Calendario 2012 de Mujeres para esta Crisis.










MUJERES  PARA  ESTA  CRISIS

SEPTIEMBRE

En El Palmar, Cádiz








   Septiembre sueña con agosto, con una última playa que atardecida. Agosto, que debe su nombre al emperador Augusto, se introduce en septiembre como un deseo, como intención de que esta vida intranquila se haga apacible y reflexiva.
































   Septiembre es un mes engañado, pues significa “siete” en el calendario romano y ocupa el noveno lugar en el calendario gregoriano, el que actualmente nos rige. Y el mismo timo también lo sufren octubre, noviembre y diciembre.

    Septiembre sueña con la playa perdida; sueña sin palabras, como la playa, como las mujeres que la habitan y que sólo sabe decir, cantar o gritar a golpe de ola, viento, sol y luna.






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  Quiero decir que era mi primera intención hacer lo mismo que Metolcuatro hace con este calendario en Madrid: chica elegida para septiembre y cuestionario de rigor.

   La verdad que me encontraba en pleno atardecer tumbado en la playa, viendo pasar a mujeres que podían darme soluciones para esta pertinaz crisis,… pero seguía sin comprender que septiembre se acuerda tanto de las vacaciones que esta de vacaciones hasta para la crisis.

   Ello me lo hizo comprender una ninfa playera cuando, cual representante comercial, le propuse que fuera la chica septentrina y que rellenara un cuestionario. Me miró con una amplia sonrisa  y me dijo: “No te conformes con una…” Y después bostezó con suma dulzura y erótica elegancia.






















  

   Aquella mujer me había hablado en el lenguaje oceánico y yo, supuesto foto-encuestador,  debía adaptarme al ritmo y compás de la arena y el mar. No tenía sentido preguntarle a ellas, tan relajadas y flotantes, que cómo habían de vestir para la crisis, qué cocinar en época de crisis, qué negocio montar durante la crisis, cuál era su fantasía sexual para combatir la crisis,…  A la mierda la crisis. 




































  Era evidente. Las ninfas playeras estaban de vacaciones, luego desconocían las preocupaciones, como la crisis actual. Eran seres intemporales, contemplados con frecuencia en continuo panorama. Algunos eruditos dudan de la existencia de estas ninfas y proclaman que son producto de un extraño espejismo playero.

   Pero no es así; así no hablan estas fotos. Además ellas saben el idioma del atardecer, el que no tiene palabras sino viento o calma, rumor de olas, sol rojo, penumbra y noche. Y este idioma no sirve para rellenar cuestionarios, es demasiado primitivo.


























   ¿Qué querrán decirnos cuando nos miran, cuando duermen, cuando hablan desde y con su móvil, cuando se cuentan un secreto, beben un refresco o bailan?

 Muchas personas de gran sensibilidad e intelecto tienen respuestas a estas preguntas, pero  a mí me parece un misterio por más que miro las fotos.



































   Indudablemente septiembre es un mes soñador, un melancólico mes que, en su marcha hacia el otoño y el primer frío, sigue mirando al verano que escapa, junto a las ninfas playeras.











Fotografías y texto
RAFA  MONTESINOS


Diseño del calendario
AKHESA  y  RAFA MONTESINOS








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2 comentarios:

  1. Gracias, Amaya... Y no te olvides de enviarme tu dirección de correo al correo de metolcuatro... Y no me olvido de un artículo pendinte: "El hombre que tenía que escribir más".

    Besos.

    Rafa

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