MUJERES PARA
ESTA CRISIS
SEPTIEMBRE
En El
Palmar, Cádiz
Septiembre sueña con agosto, con una última playa que atardecida.
Agosto, que debe su nombre al emperador Augusto, se introduce en septiembre
como un deseo, como intención de que esta vida intranquila se haga apacible y
reflexiva.
Septiembre es un mes engañado, pues significa “siete” en el calendario
romano y ocupa el noveno lugar en el calendario gregoriano, el que actualmente
nos rige. Y el mismo timo también lo sufren octubre, noviembre y diciembre.
Septiembre sueña con la playa perdida; sueña sin palabras, como la playa,
como las mujeres que la habitan y que sólo sabe decir, cantar o gritar a golpe
de ola, viento, sol y luna.
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Quiero decir que era mi primera intención hacer lo mismo que Metolcuatro hace con este calendario en
Madrid: chica elegida para septiembre y cuestionario de rigor.
La
verdad que me encontraba en pleno atardecer tumbado en la playa, viendo pasar a
mujeres que podían darme soluciones para esta pertinaz crisis,… pero seguía sin
comprender que septiembre se acuerda tanto de las vacaciones que esta de
vacaciones hasta para la crisis.
Ello me lo hizo comprender una ninfa playera cuando, cual representante
comercial, le propuse que fuera la chica septentrina y que rellenara un
cuestionario. Me miró con una amplia sonrisa
y me dijo: “No te conformes con una…” Y después bostezó con suma dulzura
y erótica elegancia.
Aquella mujer me había hablado en el lenguaje oceánico y yo, supuesto
foto-encuestador, debía adaptarme al
ritmo y compás de la arena y el mar. No tenía sentido preguntarle a ellas, tan
relajadas y flotantes, que cómo habían de vestir para la crisis, qué cocinar en
época de crisis, qué negocio montar durante la crisis, cuál era su fantasía
sexual para combatir la crisis,… A la
mierda la crisis.
Era
evidente. Las ninfas playeras estaban de vacaciones, luego desconocían las
preocupaciones, como la crisis actual. Eran seres intemporales, contemplados
con frecuencia en continuo panorama. Algunos eruditos dudan de la existencia de
estas ninfas y proclaman que son producto de un extraño espejismo playero.
Pero
no es así; así no hablan estas fotos. Además ellas saben el idioma del
atardecer, el que no tiene palabras sino viento o calma, rumor de olas, sol
rojo, penumbra y noche. Y este idioma no sirve para rellenar cuestionarios, es
demasiado primitivo.
¿Qué querrán decirnos cuando nos miran, cuando duermen, cuando hablan
desde y con su móvil, cuando se cuentan un secreto, beben un refresco o bailan?
Muchas personas de gran sensibilidad e
intelecto tienen respuestas a estas preguntas, pero a mí me parece un misterio por más que miro
las fotos.
Indudablemente septiembre es un mes soñador, un melancólico mes que, en
su marcha hacia el otoño y el primer frío, sigue mirando al verano que escapa,
junto a las ninfas playeras.
Fotografías
y texto
RAFA MONTESINOS
Diseño del
calendario
AKHESA y RAFA
MONTESINOS
Cai, abre objetivos.
ResponderEliminarGracias, Amaya... Y no te olvides de enviarme tu dirección de correo al correo de metolcuatro... Y no me olvido de un artículo pendinte: "El hombre que tenía que escribir más".
ResponderEliminarBesos.
Rafa