Fotógrafos
de Ahora
Antonio Graell
o
La invención que no cesa
(Crucifixión
Siglo XXI
En
El dinosaurio todavía estaba
allí
Calle Lavapiés, 8 /Madrid)
Antonio Graell no tiene remedio. Es la invención que no cesa. Y digo
esto con absoluto conocimiento de causa, pues desde que lo conozco no para de
maquinar cuestiones fotográficas que no sé si rozan los vetustos Inventos del TBO, la nigromancia
postmoderna o retrotecnológica o el delirio plástico más inventivo que se pueda
encontrar. Es el padre de la “Foto-Chapapote”. Ha dado una vuelta de tuerca a
la cuestión digital pariendo “La Halurización del pixel”. Ha ido al origen de
la civilización y reformulado la fotografía con sus “Fotos-Fuego”. Y otras
maquinaciones de la más rara estirpe.
Y
ahora, después de montar hace más de dos años en Tabacalera la “Crucifixión Siglo
XXI” con hermosa Crista y atador de turno, reelabora aquel material fotográfico
y lo expone sobre humilde papel amarronado y supuestamente reciclado.
Pero como Graell no puede quedarse ahí, edita en compañía de familia y
amigos un librito de tirada limitada (150 ejemplares), la mar de apañado y
artesanal. A un precio módico. Algunas de las imágenes que se muestran en este
artículo son escaneados de dicho librito.
Las imágenes fotográficas (página impar) van acompañadas (página par)
por diversos textos de diversos autores, con caligrafía de ellos/ellas
mismos/as, que giran alrededor del Planeta Graell, como se puede observar en
una de las imágenes que reproducimos.
Pero como Graell es fotografía de sí mismo, no pude resistirme a la
tentación de retratarle en singular compostura. Así que tomando la calle de
plató, le hice situarse en pared conveniente y le propiné unas instantáneas que
aquí reproduzco. La primera serie con gafas hiperbólicas de mi propiedad, y la
segunda, en compostura de autor firma-libritos-en-la calle. ¡Qué crisis! Pero
Graell puede con todo, incluida la firma en la calle.
Igualmente, muestro también a la literata-tabernera Amanda Manara,
regidora del Dinosaurio todavía estaba
allí, en compostura propia de sus labores literarias-tabernéricas. Es
decir, que habíase roto un vaso de vino en plena calle y ella, presta, vino a
limpiarlo con suma galanura, como se puede apreciar en la instantánea.
Y
antes de retirarme a mis aposentos, tuve a bien retratar, también con gafas
hiperbólicas, en el interior a Ana X-Flash y, en el exterior, a la simpática y
directa Beatriz Cabo, no sólo encargada de la encuadernación del librito
graelliano, sino animadora incondicional de Antonio Graell.
Sólo animar al personal que pulula por Madrid y le interesa la fotografía
que vaya a ver cómo se las gasta este fotógrafo tan original, tan inventor y que
se llama Antonio Graell.
Muchas gracias por la reseña Míster ;) me ha encantado, en especial el primer párrafo.
ResponderEliminarUn abrazote ;)
Antonio Graell
Que menos, querido Antonio, pues es difícil encontrar una fotografía y una inventiva tan radicalmente personales como las que tú practicas, tanto en España como Aledaños. Un abrazo.
EliminarRafa Montesinos