METOLCUATRO
Cecilia y Ponce,
de Carabanchel a la India
Primer capítulo
“De Carabanchel a Livorno”
Cuando unos amigos se van, sobre todo tan
lejos y con tan bajo presupuesto, algo suyo se queda, o por lo menos eso dice
la letra de la canción españolaza.
En Metolcuatro, le hicimos a Cecilia y Ponce
la despedida recaudatoria en nuestra segunda acción de Al Instante el sábado 21 de septiembre. Obtuvimos unos leves euros
para sufragar su periplo, y allí nos pasamos haciendo y subastando fotos hasta
la madrugada profunda. Vean cómo fue:
Pero como no voy a
repetir lo que Cecilia escribe en su facebookika página, me ceñiré a lo que
Ponce nos ha mandado por escrito al correo de Metolcuatro, y que dice…
Dos de
octubre
Aunque
creo que no estamos puestos en geografía, pienso que ya hemos pasado de Ocaña.
(Horror, llegamos a temer que Ponce-Cecilia se hubieran equivocado de ruta, y
fueran a la India por el Norte de África. Pero no, era una chorrada retórica).
Estamos
en Niza, camino de Italia, y bastante bien, aunque podríamos estar mejor,
claro.
Los amigos
franceses han respondido bien, aunque Francia aún no ha descubierto el
locutorio barriobajero ni las máquinas de tabaco en los bares. Ponemos nuestro
granito de arena para enseñarles ambas cosas.
Lo de los
locutorios nos impide comunicarnos con más asiduidad. Lo del tabaco no ha
solucionado ciertas toses crónicas. Más aún, las ha empeorado. (Nos imaginamos que
dichas toses son las de José María Ponce, famosas por su pausado ritmo
bronquítico, que algún DJ ha sintetizado, seguro, para su himno-rave de moda).
Resumiendo
en titulares nuestro periplo:
Viaje de bcn con
simpático alemán sesentón y enrollado. (¿Qué coño es eso de “bcn”, ¿alguna nueva disciplina del
Bdsm, algo de la economía sumergida?).
Noche
en cutrehotel, en una Narbonne lluviosa, gris y triste.
Viaje a Nimes
con Daniel. Gabacho algo cabrón que nos dejó tirados en el peaje de la
autopista.
Pérdida de
teléfono Ponciano en el coche de Daniel.
Encuentro en
Nimes con Eric Lafontaine, Christinne y Stede. Tres días de buena comida y
mejor bebida. Fotos. Vídeos. Cine. Buen rollo.
Recuperación del
teléfono Ponciano. Por lo que consideramos a Daniel menos gabachón cabrón. (Por favor, José Mª
Ponce, deja ya de perder cosas, que vas a llegar ¿a la India? más desnudete que
un faquir).
Viaje
con Louraine a Cannes.
Noche en casa de
Christinne y sus siete gatos. Lo que contribuyó a apaciguar nuestro mono de
Lucita. (Por cierto, ¿ tiene ya Lucita casita de acogida?).
Encuentro
con Aldo en La Bocca de Cannes.
Viaje
en tren a Niza para seguir la ruta.
(Las fotos remitidas
por José Mª Ponce carecen de pie de foto. Por lo tanto, adivina-adivinanza,
¿quiénes son los que en ellas figuran?, ¿en qué ciudad o lugar se hallan? A
Cecilia y a Ponce los conocemos sobradamente, lo demás, ni guarra. No queda
otra que preguntarle al interfecto del diario: josemariaponce@gmail.com
Diez de
octubre
Noche en el
aeropuerto de Niza. Aunque lo cerraron, los seguretas nos dejaron dormir
dentro. Durante una noche, tuvimos un aeropuerto para nosotros solos.
Viaje a Génova
en tren, porque el billete de autobús solo se podía pagar con Visa.
En Génova,
comida y birra barata; pero hoteles, caros y llenos. Por tanto, dos noches
durmiendo en la estación de tren. Dominamos el arte de coger cartones en la
calle para convertirlos en camita.
Frío y lluvia en
Bolonia, pero camita calentita en bungaló. Noche baratita y simpática en casa
de Raluca, rumana y estudiante.
Y ahora, en
Florencia, con mejor tiempo por el momento. Habitación compartida con derecho a
cocina en residencia de estudiantes. Mucho turismo español. Y todo muy caro.
Estamos bien, pero no tenemos ni puta idea de dónde ni cómo estaremos mañana.
Posdata:
Los bancos también crujen a los jipis a comisiones.
(Observamos en Metol4
que el relato ponciano muestra, como en los grandes periplos tipo la Odisea o
la Eneida, que el camino hacia Ítaca o a la India Prometida está plagado de
adversidades: frío, lluvia o románticas noches durmiendo en estaciones de
trenes o aeropuertos. ¿Qué les deparará la peregrinación hasta la India Prometida?).
Doce de
octubre
En Pisa,
donde dicen que hay una torre inclinada, aunque no la hemos visto porque
estamos en el aeropuerto, único lugar de
Pisa en el que cobrar en Western Union.
Hemos tenido que
colarnos en el tren, pues no teníamos ni los tres euros del billete. Pero ahora
ya hemos cobrado una transferencia y hasta nos hemos tomado un café con un
bollo (que ayer no
cenamos).
Estamos durmiendo
en Livorno en un albergue juvenil muy baratito y de rollo ácrata. Por ejemplo,
hoy se van de mani. Con los western unión de hoy, esperamos seguir viaje a Roma
y poder saltar a Grecia. Pero eso ya será otra historia.
Estamos bien,
aunque Cecilia se enfada conmigo de vez en cuando. Muchos besos y cariños de
los viajeros locos.
(Los saludos cariñosos van dirigidos a los
habitantes de Metolcuatro, pero nosotros los hacemos extensivo a los devotos
lectores de su peregrinaje. Y deseemos que penurias y dificultades no se
extremen. Aunque, bien pensado, sin dichos avatares no sería un auténtico
camino de perfección o camino a lo Kerouac).
CONTINUARÁ